Una sociedad enferma salva al Real Oviedo

No es que tenga nada en contra del fútbol en general ni del Real Oviedo en particular, pero sí reniego cada vez más de esta sociedad atolondrada, ciega y falta de principios de la que formo parte pasivamente y sin hacer mucho para remediarlo.

Hace algo más de 10 días el periodista inglés Sid Lowe (@SidLowe), corresponsal de The Guardian en España al que ya conocen por tierras astures como Sir Lowe, lanzaba en su cuenta de Twitter en la que tiene casi 100.000 seguidores el siguiente tuit:

«El club que dio a la Premier League a Cazorla, Michu y Mata está bajo la amenaza de salir del negocio. Por favor, compre acciones. #SOSRealOviedo”

Una sociedad enferma salva al Real OviedoSeguidamente el rumor de la precaria situación del club y los hashtags #SOSRealOviedo y #SaveRealOviedo empezaron a crecer por la red de microblogging, trending topic incluido, y en otras redes sociales como una bola de nieve solidaria con cierto olor a naftalina.

Realmente la situación del Real Oviedo «era» acuciante. Necesitaba, y necesita, reunir antes del 17 de noviembre 1.905.000 € para no entrar en causa de disolución, y para remediarlo había puesto a disposición de sus socios una web para adquirir acciones de la entidad. A día de hoy, gracias a este espectacular movimiento de apoyo a una causa realmente necesaria para la subsistencia de la humanidad, al Real Oviedo ya sólo le faltan unos 500.000 €. Modo irónico off

SOSRealOviedo y el Marketing

Ya que he clasificado este artículo dentro de la categoría Marketing vamos a intentar buscarle una explicación al fenómeno virosocial ovetense desde este prisma. Y no se me ocurre otro razonamiento más acertado que vincular este éxito solidario con palabras como engagement, sentimiento, emociones…

Pensemos por un momento. Si Apple estuviera en una situación similar al Real Oviedo, ¿crees que encontraría solidaridad y ayuda? Mi respuesta es Sí. 

Volvamos a pensar. Si Telefónica estuviera en una situación similar al Real Oviedo, ¿crees que encontraría solidaridad y ayuda? Mi respuesta es No. Y tampoco la encontraría Antonio, mi vecino del cuarto, o la empresa de servicios eléctricos que cerró sus puertas la semana pasada lastrada por diversos trabajos impagados por cierta administración. 

Tampoco la encontró Lehman Brothers y estaríamos encantados de enterrar a Bankia y algún (o todos) banco más. La pregunta ahora es ¿Por qué? Y la respuesta es, porque no sentimos la más mínima empatía con ellos/as.

Como dice mi admirado Juan Boronat (@lasblogenpunto), experto en marketing, creatividad y publicidad, en este post«la capacidad para emocionar al público nace precisamente de la explotación de los instintos más primitivos del ser humano»

Sid Lowe y el Real Oviedo consiguieron engancharse a ese vínculo emocional y solidario de sus seguidores, de sus ex-jugadores ahora reconocidos en otros clubes y otras ligas, de personas de más de 60 países diferentes e incluso del Real Madrid que ha adquirido 100.000 € en acciones.

Una sociedad enferma

La semana pasada, Amaya Egaña, acosada con el desahucio por una entidad bancaria «escondida», prefirió quitarse la vida antes de abandonar su casa, y no es la primera, espero que sí la última.

En España ya van más de 400.000 desahucios a un ritmo de más de 500 casos diarios y me atrevería a decir que ninguno de ellos debe al banco 1.905.000 €, ni mucho menos. Y ahora parece que gobierno y oposición se ponen de acuerdo para tomar medidas.

Te hago una pregunta directa que también me repito en voz alta, ¿estas situaciones familiares desesperadas no te llegan al corazón? ¿No consiguen engancharte emocionalmente, al menos, en la misma medida que el SOSRealOviedo? Pues está claro que no, y a los hechos me remito.

Llegados a este punto uno podría seguir haciendo demagogia -dirían algunos- hablando del tercer mundo o del Deportivo de la Coruña -esta misma semana se ha sabido que debe en torno a 100 millones de euros y que podría entrar en breve en concurso de acreedores, vete preparando la cartera solidaria-.

Viajamos sin referencias, sin rumbo claro, inmersos en una manada social a la deriva mientras esnifamos el opio venenoso administrado por una panda de charlatanes sin escrúpulos. 

No confío para nada en las medidas administrativas tomadas por la panda, su objetivo es otro que no tiene absolutamente nada que ver con el pueblo sino con los intereses de unos pocos.

Como mantiene el gran Marc Vidal (@MarcVidal), «estamos inmersos en un profundo cambio sistémico que ha llegado para terminar con todo lo anterior», si esto también conlleva un total cambio de valores de esta sociedad enferma que se solidariza de forma activa sin dudarlo con clubes de fútbol y llora pasivamente brutales dramas personales, por mi, que termine ya.

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13 comentarios en «Una sociedad enferma salva al Real Oviedo»

  1. Un artículo que comete varios errores de concepto, el primero de ellos olvidar que todos aquellos que han puesto su dinero para el Real Oviedo lo han hecho en una ampliación de capital de una sociedad anónima. Si el autor quería contraponer esa inversión a la solidaridad con los deshaucios debería haberse preocupado más de los miles de accionistas de las entidades bancarias que practican con sus inversiones un genocidio social. Centrarse en el futbol, y en que una ciudad se vuelque con su club, es por tanto un ejercicio de demagogia y de hipocresía fácil, torpe y muy poco audaz; que olvida además los beneficios económicos que el club genera a la ciudad en imagen, turismo, hostelería,etc.

    Si el autor quiere ser riguroso y comprometido con los problemas sociales actuales, es conveniente que se ejercite más en identificar donde están los verdaderos problemas y los verdaderos responsables de los mismos.

    Un sdaludo.

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  2. Demagogía emmascarada por palabras bonitas y bien colocadas. En tu artículo hablas de la «sociedad» en 3ª persona, es decir, la culpa de todo lo malo que tenemos a nuestro alrededor es «de los otros», nunca mía.
    Me resulta difícilmente explicable que una persona en teoría con tus conocimientos no sepa disociar algo tan extraordinario como el ejemplo que nos da el Real Oviedo, cuyo ejemplo debería servir de trampolín para otras muchas buenas causas y seguramente más nobles que la mencionada.
    Me permito el lujo de recomendarte una lectura que te puede servir para tener otro punto diferente al tuyo. Perdón, por creer en el fútbol. http://wp.me/p1qXDd-7b vía @Maria_SuarezG

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  3. Te aplaudo totalmente. Y si este club es una S.A. al uso y se dedicase a la distribución de productos X habría echado la persiana hace mucho, puesto q los bancos, Hacienda y Seg Social no hubiesen sido tan benevolentea con estos proyectos vestidos de empresa pero q quieren vivir de lo público. La cuenta de resultados del Oviedo, por cierto, SA que nada produce, ni genera empleo de calidad, no promueve la innovación, ni el conocimiento, sino que es un chiringuito más del planeta fútbol, ante cualquier auditoría simple, tendría q estar cerrado hace mucho, incluso, me atrevería a decir, con causas judiciales contra sus gerentes por malas prácticas. Pero el problema no es el Oviedo, es el fútbol (potente narcótico popular, cloruro futbólico) en general.

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    • Yo no podría expresarlo mejor Carlos. Gracias por dejar tu comentario.
      Y por cierto, voy aprovechando estas líneas para ir emplazando a la gente a que visite esta web cuando las cosas me vayan mal para realizar aportaciones similares. Y ya de paso le pregunto a los dirigentes del Real Madrid por qué no salvaron al mítico Palencia, también desaparecido en estas fechas, y tantos, y tantos otros…
      Un saludo Carlos.

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  4. Discrepo con los dos comentarios de Toño y Valen. Efectivamente, lo que mueve a la gente es las emociones. Y eso es lo que usan los que nos gobiernan para manipularnos sin que -la mayoría- nos demos cuenta. Ya hace tiempo que Chomsky y otros lo pusieron en evidencia, aunque ya lo hacían en el imperio romano (para tener al pueblo controlado, panem et circenses), lo hacía la iglesia católica (con su monopolio del conocimiento en las bibliotecas y con la inquisición) y ahora lo hacen los políticos, las farmacéuticas y las grandes empresas que controlan la energía. Medios de comunicación manipulados por los gobernantes, que a la vez son marionetas de los grandes bancos y de sus propios intereses, y que, en vez de culturizar y fomentar en el público el aprendizaje para el libre pensamiento, nos manipulan con información sesgada y totalmente manipulada para sus propios intereses. El panem et circenses ahora es fútbol, toros y Belen Esteban.
    ¡Lástima de país!.

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  5. Pingback: Bitacoras.com
  6. «La cuenta de resultados del Oviedo, por cierto, SA que nada produce, ni genera empleo de calidad, no promueve la innovación, ni el conocimiento, sino que es un chiringuito más del planeta fútbol, ante cualquier auditoría simple»

    Quien hace este comentario es evidente que no tiene un negocio en Oviedo y por tanto desconoce el impacto del futbol en la economía de la ciudad. Solo hace falta buscar un poco para ver cuan lejos de la realidad está esa afirmación. Como prueba un botón… http://goo.gl/B3Oda .
    Sigo insistiendo que aquí no se habla de una ONG, sino de accionistas de una empresa, a la que los ciudadanos se sienten unidos emocionalmente si, pero una empresa. La demagogia siempre va acompañada de mucho desconocimiento.

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  7. QUITA EL FUTBOL A LA GENTE YA VERAS COMO EMPIEZAN A TIRARSE POR TODOS LOS BALCONES A PARTE DE TODOS LOS NIÑOS QUE CAERIAN EN LA DROGA Y LA BEBIDA… QUE FACIL ES CRITICAR SIN MAS…. ZOQUETADAS OPORTUNISTAS

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  8. Excelente artículo. Simplemente es la verdad respecto a que una empresa aparte de vendar un producto o servicio, también ha debe de despertar diversas emociones a los clientes y de tal manera engancharlos.
    El ejemplo que muestras en el artículo del Real Oviedo es un ejemplo muy claro, ya que el Real Oviedo, no solo brindaba articulo sino que también brindaba emociones a todos sus seguidores, ya sean alegría o tristeza, pero esas emociones hacían que la gente estuviera siempre con ellos.
    Por eso la importancia que uno como empresa, no solo venda productos o servicio, si no que también brinde emociones (experiencias) a las personas.

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