Colón fue un fracasado. Antología del error según Risto Mejide.- Ayer, durante mi repaso dominical de fuentes RSS me encontré una cuyo título me despertó: “No hay huevo”. Gran títular, desconozco si fruto del dominio de copywriting por parte de su autor o simple consecuencia de su tendencia tocapelotas. Era un artículo de opinión del genial Risto Mejide (@RistoMejide) en elPeriódico.com que luego observé curado en varios de mis timelines.
Si las divagaciones del molesto español ya me enganchan de por sí, con esta me sentí especialmente identificado. Por si no te has percatado todavía —la próxima vez fíjate más. Observa la cabecera de esta página—, el lema de este blog y la consecuencia de estos escritos es “errando en busca del éxito”. Si has leído ya el artículo de Risto entenderás el porqué de mi alineación con sus disertaciones. Por cierto, el mencionado artículo fue lo más leído del diario ayer domingo.
En “No hay huevo” Risto repasa los múltiples errores de Colón en el descubrimiento/conquista -ahí no entro, Risto sí, cómo no- de América. De hecho, Colón murió convencido de un error, es decir, hinchado por un éxito basado en una sucesión de errores patrocinados por “la primera pareja española”, Isabel y Fernando, tanto monta.
¿Quién sabe dónde habría llegado Colón de haber sabido que aquello era América?
Risto y yo —perdón molesto español por subirme al mismo barco que tú— valoramos el error no como fin, no cómo objetivo, que parece que está de moda, sino como vehículo hacia la inhibición respecto del éxito. Es decir, el quid de la cuestión no está en buscar el error, ni tan siquiera el éxito —esto con reservas—, sino en lanzarse al camino con desapego al resultado.
En deportes de élite sólo los más fuertes consiguen no pensar en el triunfo, simplemente lo persiguen, comenten errores y los superan. Sin embargo los más débiles suelen empequeñecerse cuando se encuentran cerca de la cima precisamente porque la imaginación triunfadora los aplasta y los hace pequeñitos. Michael Jordan solía decir que nunca pensaba en la victoria, ni en la derrota, porque lo distraía del partido —o algo así, reconozco que lo he customizado un poco.
Colón sí pensó en su objetivo aunque sensiblemente erróneo. Pero lo realmente valorable del navegante es que en cualquier caso se lanzó a la mar con todo el riesgo que suponía después de abalanzarse sobre el portugués y luego sobre Isabel —el español nunca deja pasar el tren de la gloria, aunque tenga parada en el infierno.
A Colón, como a todo mortal, se le acabó la vida en plenitud de errores, justo cuando más opciones tenía de conseguir éxitos. Él se fue satisfecho, había descubierto/conquistado las Indias y mil cosas más —a saber los éxitos que poblaban sus hemisferios cerebrales—. Hoy valoramos hispanicamente sus errores como hitos españoles cuando en realidad Colón fue un fracasado, no consiguió hacernos entender que el éxito es el error continuo [Retuitear esta frase].
Sólo el necio acepta una victoria inmaculada. ¿Quién sabe dónde habría llegado Colón de haber sabido que aquello era América? [Retuitear esta frase]
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El éxito es el error continuo, que peña frase, pero cierta también, las personas solemos sentirnos mal al cometer errores y a veces hasta se puede dar por vencido. Pero para poder ser exitoso, hay que cometer errores (Tener fracasos), que con ellos tienes experiencia.
A veces también los errores son errores para ti, pero para otra persona son grandes conocimientos o descubrimiento, cómo el ejemplo de Colón.