Que las mujeres no puedan conducir
Pocas veces se usurparon eficazmente grandes derechos a punta de pistola. Las fuerzas del mal más peligrosas trabajan en silencio, no avisan ni alardean de poder. Nunca verás en un telediario a un individuo proclamando, «¡eh, te voy a usurpar un derecho fundamental».