Cosas que nunca te contaron sobre la búsqueda de empleo

Trabajador en el Empire State Building

No te sientas ofendido si eres emprendedor y has llegado a esta bitácora buscando textos para valientes creadores de riqueza. Suelo recordar a menudo que el mayor emprendedor que he conocido era un trabajador por cuenta ajena, funcionario para más inri. Por tanto sí, se puede ser emprendedor —según la RAE: persona «que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas».— y buscar trabajo por cuenta ajena. Más después de la vacuidad a la que han sometido el término nuestros dirigentes.

Estés o no de acuerdo con este planteamiento, en lo que seguro coincidimos es en que, como empresarios, recibimos cada vez más currículos. No quisiera frivolizar con esta cuestión pero la verdad es que paradójicamente cada día que pasa me produce mayor tristeza. No el hecho de recibir cantidades incoherentes de propuestas, sino la constatación de que estamos completamente confundidos, que hemos tomado el camino equivocado, que no hemos recibido la información correcta y que cada vez tenemos menos probabilidades de encontrar un empleo y por ende de crear riqueza y más empleo.

Todo esto sin entrar a analizar cómo será el empleo en un futuro cercano, aunque personalmente, ahí va un adelanto, pienso que en unos años si quieres tener un empleo tendrás que crearlo.

NOTA: Los ejemplos utilizados en este artículo son reales y han sido recibidos por este servidor en el último año. Se han ocultado y/o cambiado los nombres para no herir sensibilidades—y no cometer delito—. Todo lo demás, como dirían los Coen, por respeto a las víctimas permanece tal cual sucedió.

Vamos al grano. Como decía recibimos cantidades incomprensibles de candidaturas de trabajo—dado nuestro tamaño—, unas mejores (pocas), otras peores (muchas) y otras simplemente inaceptables (muchísimas). En base a ellos voy a detallar los errores más comunes y cómo puedes optimizar tu búsqueda de empleo ya sea esta de motu proprio o como respuesta a una oferta de trabajo.

Al final entenderás que la diferencia y la clave del éxito está en las cosas más sencillas.

Cosas que nunca te contaron sobre la búsqueda de empleo

1) No mientas

Resulta obvio verdad. Pues la mayoría de la gente miente en sus candidaturas de empleo.

A la atención del Departamento de Recursos Humanos:

Conociendo la actividad a la que se dedica su empresa, a la que sigo desde hace años […]

Mentira, mentira, mentira. Si de verdad nos siguieras desde hace años sabrías que esta empresa la forman dos personas. El Departamento de Recursos Humanos es el mismo que el Departamento de Limpieza, el de Marketing y el de Administración.

[…] Le envío esta carta con la intención de que me tengan en cuenta para futuros procesos de selección en su empresa que he tenido la oportunidad de conocer a travez de vuestra pagina web.

Me gustaría mucho integrarme en vuestra empresa, especialmente en el área de Interiorismo […]

Estas frases se repiten en cientos de emails, por tanto no son tuyas, son de alguna plantilla que has encontrado en Google. Me estás mintiendo. Y oootra vez a vueltas con las áreas y departamentos…

Dime lo que quieras, lo que consideres oportuno, pero no copies lo que dice otro. Utiliza tus propias palabras, tu propio tono, sin resultar distante ni excesivamente cercano.

2) Cuida las formas

Hoy en día la mayor parte de currículos se envían por email. ¡Y no sabemos utilizar el email! Parece mentira.

  1. No utilices el email de tu hermana. Si no tienes email mal vamos para encontrar trabajo en el s. XXI pero tiene fácil solución. Créate uno ya. Y lo más difícil, consúltalo a diario. Tener un email y leerlo una vez a la semana es como tener plantas y no pagar el recibo del agua.
  2. «Enviado desde mi iPhone» No. No. Y No. ¿Cómo se te ocurre enviar tu candidatura de empleo desde un teléfono? ¿Qué esperas que piense de ti, que no tienes tiempo para sentarte o que ni siquiera sabes cambiar la firma en tu smartphone?
  3. Los campos vacíos que encontrarás en tu gestor de correo son para rellenar, no solo el destinatario. El asunto es importante. Ten en cuenta que tengo cientos de correos cuyo asunto es «CV». Y más todavía con el asunto en blanco. Las expresiones «Re» o «Fw» no resultan cool, no te creas todo lo que se dice por ahí.
  4. De la misma manera has de tener cumplimentados tus datos en el gestor. No es agradable, si acaso jocoso, recibir un correo de «elabuelodesabrina@[…].com». Si has cometido la torpeza de utilizar el primer email que creaste hace 15 años por lo menos preocúpate de añadirle tu nombre: «Pepe Pérez <elabuelodesabrina@[…].com>».
  5. No utilices el «CCO» (Copias de Carbón Ocultas), queda muy feo. Moléstate en personalizar cada email. Por supuesto, si utilizas el «CC» (Copias de Carbón) eres carne de cañón. Los amigos de la LOPD irán a por ti. Y tampoco abuses del «Para». Cada email es para una única persona, si quieres dirigirte a 5 personas escribe 5 emails.
  6. Yo sí puedo leer mis emails desde el smartphone, por tanto entenderás que me jode recibir un archivo de 20Mb con tu currículo. Alójalo en algún servidor y envíame un enlace, de Google Drive por ejemplo, un Dropbox, un SugarSync… ¿Has oído hablar de LinkedIn? Es perfecto para estas cosas.
  7. Por último, esto es muy importante, el email es una herramienta de comunicación asíncrona, pero al fin y al cabo una h e r r a m i e n t a   d e   c o m u n i c a c i ó n. Quiero decir con esto que si contesto a tu email, y contesto a todos y cada uno de los que recibimos, espero al menos idéntica deferencia por tu parte.

3) Atento a la presentación

Decía el tipo de Axe que «la primera impresión es la que cuenta». No te quepa la menor duda. Personalmente no suelo borrar los emails, los archivo después de responder, pero puedes estar seguro que la mayor parte de emails que envías acaban en la papelera sin siquiera ser leídos. ¿Por qué? Por muchas razones: porque el destinatario no anda buscando cubrir un puesto, porque el correo se ha ido directamente al spam, porque lo has dirigido al destinatario equivocado o a 10 destinatarios, o lo más probable, que haya sido borrado porque hacía daño a la vista.

Estimados señores:

Conociendo la actividad a la que se dedica su empresa y viendo que responde a mis intereses profesionales, quiero hacerles llegar mi candidatura para cualquier proceso de selección que inicien acorde a mi perfil académico y profesional.

.Como podrán comprobar en mi Curriculum Vitae adjunto […] por lo que considero que mi colaboración en su departamento de Desarrollo de Proyectos Técnicos sería de gran interés para su compañía.

Agradecería tener la oportunidad de poder presentarme ante ustedes para contestar cualquier pregunta y ampliar los datos de mi currículum.

A la espera de sus noticias, le saluda atentamente.

Primero, me estás mintiendo —ver punto 1)—. Segundo, estás cometiendo faltas de ortografía, sin duda lo peor que puedes hacer. Tercero, no sabes utilizar el copypaste. Y cuarto, he tenido que mirar para otro lado.

Esta y todas las demás cuestiones afectan no solo al correo que contiene el currículo, sino al propio currículo. No creas que por utilizar una plantilla de Word está todo hecho. Seguro que si te empeñas puedes destrozarla a la primera de cambio.

Aquí también entra en juego la presencia personal. Y las reglas son similares. Por favor, no entres fumando en mi despacho, ni en chandal, ni en pantalón corto —todo esto es real, lo he sufrido.

4) Contenido: conciso y consecuente

No quiero leer interminables emails ni extensos currículos. No tengo tiempo, si me sobrara el tiempo no necesitaría contratarte. No lo olvides. A partir de aquí, como buen gallego, te diré que la extensión ideal para cada uno de ellos es la correcta, ni más ni menos. Tú sabrás, valora el puesto, valora la empresa, la persona a la que te diriges y obra en consecuencia.

Si buscas un trabajo como ingeniero topógrafo, crees que a tu empleador pudiera interesarle tu paso por McDonald’s, o tu formación como monitor de tiempo libre. No. Pues no lo utilices como relleno. Te puedo asegurar que se valora más un currículo de una cuartilla con lo estrictamente necesario para el puesto que 5 folios llenos de paja, aunque también contengan lo estrictamente necesario para el puesto.

5) Personaliza, adula, valora

Esto es fundamental. Antes de pedirme trabajo preocúpate un poco de saber quién soy y qué hago. Pero preocúpate de verdad. Hoy en día todos utilizamos las redes sociales, utilízalas tú también para conocerme, interactuar, detectar mis necesidades, mis inquietudes y hacer que yo me interese por ti.

Como mínimo, ya sea por estos medios o por el infravalorado teléfono, intenta conocer los datos del destinatario de tu candidatura. Porque el destinatario último siempre es una persona, no una empresa. ¿Y a quién no le gusta recibir sinceros halagos? Ojo, no caer nuevamente en el punto 1).

6) Actualízate

Detalles que convierten tu candidatura en carne de papelera de reciclaje:

  • Un adjunto *.doc.
  • Un texto en Comic Sans.
  • Un enlace sin anchor text.
  • Un CCO con direcciones, aunque ocultas, y no digamos un CC.
  • Un currículo sin fotografía.
  • Textos extensos.
  • Faltas de ortografía.
  • El papel —este más bien acabará en la papelera 1.0.

Detalles que decoran tu candidatura con un agradable olor a rosas:

  • Adjuntos en *.pdf con imágenes comprimidas.
  • Textos concisos, bien redactados y en tipografía sencilla y moderna, por ejemplo Avenir 😉
  • Currículos en la nube con hiperlinks bien concebidos.
  • Candidaturas con presentación (aviso de envío) previo —inocuo en el caso de grandes empresas.
  • Presencia —de verdad, sin huevos, sin gatos— en redes sociales.
  • Perfil actualizado en LinkedIn.
  • Tener un blog propio. Esto ya es la madre del cordero, aquí la explicación: «Emprendedor: si quieres peces, escribe un blog».

7) Sorpréndeme

Si recibo muchos, por qué iba a fijarme en el tuyo. Pues mira, la última candidatura que recuerdo me llamó la atención fue esta:

Hola, soy Beatriz Sala, diseñadora de interiores. ¿Crees que hay algún aspecto de vuestro estudio en el que pueda ayudaros, algún área en la que queráis crecer? Si es así estaría encantada de enviaros información […]

Así de sencillo, un encabezado diferente y personal. He de decir que esta persona sí respondió a mi respuesta y nos cruzamos más de un email. Si ahora necesitara incorporar a alguien con su perfil me acordaría de ella.

Innova, imagina cómo lo hacen los demás e introduce algún elemento diferenciador. Te doy una pista, ¿sabes dónde se leen la mayor parte de currículos que envías? En la pantalla de un ordenador. Ahora piensa en el formato de una pantalla y compáralo con el de tu currículo, probablemente resulten ortogonales. Tu propuesta y mi necesidad difieren en nada más y nada menos que 90 grados.

8) Céntrate en mi, no en ti

Este es quizá el aspecto más importante tanto para conseguir trabajo como para con-vivir en esta sociedad. El egoísmo es la enfermedad más común del planeta Tierra.

Tú eres egoísta y me envías un currículo para conseguir un puesto de trabajo que te permita comer y pagar tus vacaciones. Pero yo soy más egoísta que tú y busco un empleado que con su trabajo me permita maximizar mis beneficios empresariales para comer, para pagar la educación de mis hijos y para irme de vacaciones más lejos que tú. Pero no olvides la situación, tú buscas trabajo y yo estoy en condiciones de ofrecértelo.

Por tanto la cuestión no es si tu currículo es lo suficientemente bueno para trabajar conmigo, la cuestión es qué voy a ganar yo si tú trabajas conmigo. En qué va a mejorar mi vida y mi empresa. Un empresario no contrata empleados, compra aptitudes que generan ingresos. Procura tener esto en cuenta cuando redactes tu candidatura.

9) Currículo o currículum vítae

Por último, que te quede claro, currículo está admitido por la RAE. Currículum vítae también. Pero CV no, además suena a accidente cerebro vascular (ACV). Y curriculo, curriculum o curriculum vitae son faltas ortográficas. Y dicen mucho de ti y del interés que muestras en la búsqueda de empleo.

Imagen: Lewis Hine [Public domain], vía Wikimedia Commons

Relacionado

8 comentarios en «Cosas que nunca te contaron sobre la búsqueda de empleo»

  1. Excelentes Consejos para la búsqueda de trabajo, muchas veces nos vamos por lo común, creemos que las plantillas por el simple hecho de servirle a uno nos sirven a todos, cuando lo que mas ayuda es la diferenciación, como bien lo has hecho notar con el encabezado de Beatriz, totalmente ajeno a lo que solemos utilizar comúnmente: «Adjunto CV, cualquier duda estoy a sus ordenes»
    Espero cada ves repetir menos esos errores
    Saludos desde un rincón cerca del cielo.

    Responder
  2. Gracias Orlando por sus excelentes consejos y comentarios. Solamente he trabajado en la misma Institución durante 42 años, y estoy muy próximo a mi retiro absoluto. Como aún me siento joven y vital, voy a postular a incorporarme en alguna empresa a la cual pueda aportar con mi experiencia y conocimientos ( o tal vez pueda formar mi propio Emprendimiento). Entonces será esta la primera vez que deberé enviar un Curriclum Vitae, por lo que reitero lo valioso de tus consejos y comentarios.
    Saluda atentamente,
    Edmundo Navarrrete San Martín

    Responder
  3. Un novelista no deja de ser un emprendedor. ¿Algún consejo -y aquí imploro algo de esa originalidad que destilan tus posts- para encandilar a un editor de los gordos sin tener que salir previamente en Tele5?

    Responder
    • Hola Jorge, de entrada ya estás resultando más singular de lo habitual. Aunque lamento no tener respuesta a tu pregunta, al menos con un mínimo de seriedad. Porque la nueva ocupación de los «cuerpos de bomberos» no te vale no 😉

      Responder
  4. Noto en la redacción del artículo un regusto a prepotencia del que oferta el puesto de trabajo.

    No comparto el mensaje del empresario ONG que genera empleo. Quien oferta un puesto de trabajo es porque necesita la aportación de ese trabajador, tanto como el futuro empleado pueda necesitar un trabajo.

    Todo lo demás expuesto en el artículo puedo compartirlo, es el fondo lo que me disgusta; no deberíamos olvidar que quien hace la oferta de empleo también debe estar a la altura del candidato (Yo podría poner algunos ejemplos de lo contrario sufridos en propias carnes)

    En todas las facetas de la vida me parece fundamental el respeto, detrás de una candidatura hay una persona con vida y sentimientos.

    Un abrazo.

    Responder
    • Hola Eufemio, gracias por tu comentario.

      Lamento que lo veas así porque te puedo asegurar que no es real. Al menos no es mi caso. Siento un profundo respeto por todo el que «busca», empleo o cualquier cosa. De hecho, de alguna manera, creo que todos buscamos algo. Tampoco comparto el mensaje de empresario ONG, la definición de rentabilidad, de cualquier índole, es inherente al empresario.

      Y claro está, el empresario necesita al empleado tanto como a la inversa. Se trata de un negocio, un pacto entre partes. Simplemente pongo de manifiesto ejemplos reales que puede ilustrar, y creo que ayudar, en la búsqueda de empleo. Claro que hay ejemplos de la otra parte. Yo también he sufrido más de uno.

      En todo caso, he podido expresarme mal. Acepto y respeto tu postura. Faltaría más. Y te pido disculpas por ello. Pero insisto, ni era mi intención ni se acerca a la realidad.

      Un saludo Eufemio.

      Responder

Deja un comentario

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies