Hoy simplemente quiero hacer una reflexión inversa. Es sobre un planteamiento que, entendía, todo el mundo tenía claro. Pero ahora mismo, después de mantener una conversación con un cliente, creo que no está tan sentado como parecía.
Y es que el refranero español es muy rico en variedad y sabiduría, «donde tengas la olla no metas la …», perdón por no finalizar, Google penaliza estas cosas. Esto no quiere decir ni más ni menos que los negocios no deben mezclarse con el placer, todo lo contrario. Lo que ocurre es que últimamente los gurús empresariales vienen hablando mucho de pasión. De la necesidad de dedicarse a algo que nos apasione y si puede ser ganarse la vida con ello. Esto, como a Dinio, nos ha confundido.
La pasión tiene muchas cosas buenas pero una aterradora para los negocios, que nubla el raciocinio. Twittear
Está bien dedicarse a tu pasión y está bien intentar rentabilizarla. Estoy de acuerdo en que ese es el único camino. Pero si tu pasión es la papiroflexia, ojo, igual está complicado vivir de ello.
Lo que digo es que si vas a dedicarte a algo que te gusta mucho, que te apasiona, debes tomar distancia y evaluarlo fríamente como el negocio que será. La pasión tiene muchas cosas buenas pero una aterradora para los negocios, que nubla el raciocinio. Por eso es importante cuando vayamos a negociar con ella, alejarnos y que alguien menos apasionado nos ayude con el planteamiento.
A esto me refería cuando hablaba de reflexión inversa. Intentar convertir la pasión en un negocio está muy bien pero es arriesgado, es más recomendable el camino inverso, montar un negocio sobre la pasión.
1 comentario en «Donde tengas la olla no metas… pasión. Desmontando mitos»